CANADÁ, 18 DE JUNIO DEL 2025.
En su primera participación como jefa de Estado invitada a la Cumbre del G7, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, sostuvo una reunión bilateral con el primer ministro de Canadá, Mark Carney, donde destacó la colaboración entre ambos países y entregó un regalo con profundo simbolismo: un balón artesanal elaborado por pueblos originarios de México.

El encuentro tuvo lugar en Kananaskis, Alberta, como parte de una intensa agenda diplomática que ha incluido reuniones con líderes de la Unión Europea, India y Alemania. Durante el diálogo con Carney, la mandataria mexicana subrayó la importancia de la comunidad mexicana que reside en Canadá y celebró los lazos de cooperación bilateral.
“Vamos a tener el próximo año un Mundial compartido. Le regalamos este balón por la amistad”, expresó Sheinbaum al entregar el balón elaborado por artesanos wixárikas, en referencia a la próxima Copa del Mundo 2026, que será organizada conjuntamente por México, Canadá y Estados Unidos.
Mark Carney agradeció el gesto con entusiasmo: “Es un regalo maravilloso. México, Canadá y Estados Unidos estamos completamente alineados con su entusiasmo por este bello juego”, afirmó.
Además del simbólico obsequio, Sheinbaum se mostró optimista ante la posibilidad de concretar una nueva edición de la Cumbre de Líderes de América del Norte, también conocida como la “Cumbre de los Amigos”. Cuando fue cuestionada al respecto, respondió: “Esperemos que sí”.
Este gesto diplomático destaca no solo por su carga cultural, sino por la manera en que México proyecta su identidad en escenarios multilaterales. En lugar de solo discursos o cifras, un balón hecho a mano por comunidades indígenas pone en la mesa la riqueza de la diversidad mexicana y su valor como puente de entendimiento internacional. En tiempos donde la política global a menudo se vuelve rígida, un objeto sencillo —pero profundamente representativo— logra abrir diálogos que tocan tanto lo humano como lo diplomático.