INDIA, 29 DE ENERO DEL 2025
El festival religioso Kumbh Mela, celebrado en la localidad india de Prayagraj, fue escenario de una tragedia en la madrugada del miércoles, cuando una estampida dejó al menos 30 muertos y 60 heridos. Miles de devotos se dirigieron a la confluencia de los ríos Ganges, Yamuna y Sarasvati, considerados sagrados en el hinduismo, en la jornada más significativa de este evento que reúne a millones de personas cada año.

La tragedia ocurrió en medio de la celebración del Triveni Yog, una rara alineación celestial que no se veía desde hace 144 años. Testigos describieron escenas de caos en las que la multitud se volvió incontrolable, sin espacio para moverse, mientras mujeres y niños eran pisoteados en su intento por escapar. Según denunciaron varios asistentes, la falta de control por parte de las autoridades agravó la situación.
El primer ministro Narendra Modi expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y aseguró que se está brindando asistencia a los heridos. Sin embargo, los relatos de quienes vivieron el caos apuntan a fallos graves en la organización. “La policía no hizo nada para detener el desorden, y muchas vidas se perdieron innecesariamente”, declaró un peregrino a medios locales.
Entre los testimonios más desgarradores se encuentra el de una madre cuyo hijo resultó herido. «No había lugar a dónde ir, y algunos empujaban sin piedad, incluso riéndose mientras suplicábamos por ayuda», comentó a las afueras de un hospital.
La estampida pone nuevamente sobre la mesa la falta de planificación y control en eventos masivos de esta magnitud. Aunque la fe y la devoción son el motor de estos encuentros, garantizan la seguridad.