Tijuana, 13 de octubre de 2025
Una emergencia sanitaria sacudió a la comunidad educativa de Tijuana luego de confirmarse la intoxicación masiva de estudiantes en múltiples planteles. Un total de 669 alumnos de al menos 21 escuelas tuvieron contacto con los alimentos contaminados y presentaron síntomas de enfermedad gastrointestinal de manera repentina.

Los análisis de laboratorio realizados a muestras diarreicas de los alumnos afectados resultaron positivas a Norovirus G1, según reportes oficiales. Este hallazgo es crucial, ya que el Norovirus es un patógeno que se transmite típicamente por vía fecal-oral, indicando una grave contaminación.

Un experto de la Academia Mexicana de Pediatría, consultado sobre la velocidad con que enfermaron los niños (en un lapso de 25 minutos), afirmó que la situación implicaba una contaminación extremadamente alta. El experto incluso declaró que, para enfermar tan rápidamente, «los alimentos venían podridos… eran caca. Estaban comiendo caca», en referencia a la presencia de materia fecal en los alimentos o el agua.

Aunque el Gobierno del Estado informó previamente que el agua potable tenía una cloración adecuada y que en los alimentos no se había demostrado desarrollo de bacterias o toxinas, el diagnóstico molecular de Norovirus G1 en las muestras rectales de los alumnos confirma que la causa del brote fue, efectivamente, la contaminación fecal que afectó a la población estudiantil. La investigación continúa para determinar el punto exacto de la cadena de suministro donde ocurrió la contaminación.


