Tijuana, 4 de octubre de 2025
Un total de 78 menores de edad en Tijuana presentaron síntomas de intoxicación alimentaria tras consumir los desayunos escolares proporcionados por la empresa AB ALIMENTOS. Los alimentos eran parte del programa social estatal “Pancita llena, corazón contento”. El secretario de Salud, Adrián Medina Amarillas, confirmó que, de los 669 estudiantes que tuvieron contacto con los alimentos en 21 planteles de la ciudad, un número considerable requirió atención médica.

Afortunadamente, las autoridades de salud confirmaron que no se han presentado casos de gravedad. La mayoría de los menores de edad fueron dados de alta de los hospitales públicos, y el personal de salud ha implementado un seguimiento continuo y acompañamiento para asegurar los cuidados necesarios en casa. Este protocolo de atención rápida fue clave para evitar que la situación escalara a una emergencia de salud pública, lo que subraya la eficiencia de los centros de salud para reaccionar a incidentes de intoxicación masiva en la comunidad.
Tras los reportes, la Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS) tomó medidas inmediatas para determinar la causa precisa de la intoxicación. Las brigadas de la COEPRIS han recabado muestras de agua purificada y de los alimentos elaborados con pollo que fueron distribuidos. Estas muestras serán analizadas e interpretadas para establecer el origen de la contaminación y deslindar responsabilidades, en un esfuerzo por garantizar la seguridad de los programas de apoyo alimentario del Estado.

El Departamento de Epidemiología también ha intervenido en el caso. Su personal visitó los 21 planteles escolares que formaban parte de la ruta de distribución de los alimentos para realizar una detección exhaustiva de posibles casos adicionales. Además, se emitieron medidas de prevención y se reforzó la vigilancia en las escuelas. El objetivo es cortar la cadena de contagio, asegurar que ningún otro menor se vea afectado y generar conciencia sobre la importancia de la inocuidad alimentaria en los programas escolares.
El incidente de intoxicación alimentaria en las escuelas de Tijuana es un llamado de atención urgente sobre la calidad e inocuidad de los alimentos que se distribuyen en programas sociales. La intoxicación alimentaria en niños de Tijuana exige una revisión profunda de los procesos de la empresa distribuidora y de la supervisión que las autoridades sanitarias ejercen sobre estos contratos. La salud de los menores debe ser la prioridad absoluta, y este tipo de fallas en la cadena de suministro no deben repetirse.


