Tijuana, 28 de julio de 2025
La Fiscalía General del Estado (FGE) de Baja California ha encendido las alarmas ante la aparición de nuevos focos de violencia en Tijuana. Estas disputas, según informó la Fiscalía, derivan de la reorganización de grupos criminales que buscan controlar el narcomenudeo en zonas específicas como Playas de Tijuana y la colonia Libertad. A pesar de una disminución general de homicidios en julio respecto al año anterior, ciertas áreas que antes eran ajenas a estos hechos ahora presentan una preocupante actividad delictiva.

El fiscal de Homicidios, Miguel Ángel Gaxiola, explicó que esta situación responde a recientes detenciones o «bajas» de importantes «generadores de violencia», lo que ha creado vacíos de poder en varios territorios. Dichos espacios están siendo intensamente disputados por nuevas células delictivas, lo que ha derivado en una serie de homicidios selectivos. “Vemos que el vacío generado por algunas detenciones o bajas dentro de los grupos delictivos provoca que otras personas intenten controlar el narcomenudeo y, en ese proceso, cometan homicidios”, señaló Gaxiola.
La Fiscalía ha identificado a Playas de Tijuana como un principal punto de conflicto, donde diversos grupos se enfrentan por el control territorial. Por su parte, la colonia Libertad presenta una problemática compleja, al ser un cruce de intereses relacionados con migración y tráfico de drogas. Como parte de esta dinámica, se ha registrado el asesinato de un hombre el 28 de julio en Los Laureles, el homicidio de una mujer el 18 de julio afuera de una vivienda en Playas de Tijuana, y la muerte de un hombre vinculado a actividades ilícitas cerca de la garita de San Ysidro, quien residía en la colonia Libertad.
Las autoridades continúan analizando estos patrones de violencia para ajustar las estrategias de seguridad en las zonas afectadas, buscando contener la reorganización y los enfrentamientos del crimen organizado en la ciudad. La alerta emitida por la Fiscalía de Baja California sobre la escalada de violencia en zonas clave de Tijuana es un recordatorio de los desafíos persistentes en la seguridad pública. La reorganización de grupos delictivos y la disputa por el control territorial requieren una estrategia de seguridad adaptable y un esfuerzo continuo para proteger a la ciudadanía de las repercusiones de estas confrontaciones.