Tijuana. 27 de octubre de 2025.
El deporte amateur en Tijuana se encuentra en alerta tras la muerte de dos deportistas por paro cardíaco en canchas municipales durante el mes de septiembre. Los deudos y especialistas en salud denuncian que la carencia de equipo médico esencial, como desfibriladores, y la falta de personal capacitado en las unidades deportivas fueron la diferencia entre la vida y la muerte de las víctimas.

La Negligencia Municipal
Una de las víctimas, Carlos Benjamín Loaiza Vélez, sufrió el ataque al jugar básquetbol en las canchas de la colonia Independencia. Expertos de Cruz Roja Tijuana señalan que en estos eventos cada minuto es vital: la posibilidad de sobrevida es menor al 30% después de los primeros cinco minutos. Sin embargo, el IMDET (Instituto Municipal del Deporte) se escuda en que la ley «no los obliga» a tener este equipo de emergencia.
Falta de Desfibriladores
La tragedia subraya la falta de infraestructura médica básica. En Tijuana, ninguna de las 25 unidades deportivas, parques o gimnasios públicos municipales cuenta con desfibriladores automáticos ni personal entrenado en Resucitación Cardio Pulmonar (RCP). La recomendación internacional es tener un desfibrilador por cada espacio que concentre a más de 400 personas.
La Revictimización de IMDET
Luis Ángel Martínez, encargado de despacho del IMDET, avivó la polémica al revictimizar a los deportistas. El funcionario insinuó que la responsabilidad recae en las víctimas por no contar con un diagnóstico cardíaco previo que les indicara la intensidad adecuada para el deporte. Esta postura ha sido fuertemente criticada por los deudos.
La Cruz Roja Tijuana reporta que una de cada cinco emergencias que atienden en la ciudad son de índole cardíaca, sumando miles de servicios en lo que va del año. Estados como Nuevo León y Tamaulipas ya impulsan iniciativas para hacer obligatorio el equipo de desfibrilación en espacios de concentración masiva, una medida que Tijuana aún no adopta.
