MÉXICO, 20 DE SEPTIEMBRE DEL 2025
En un anuncio sorprendente, Intel y Nvidia, compañías rivales en la industria de los semiconductores, han decidido unir fuerzas. El convenio contempla inversiones, desarrollo conjunto de hardware y CPUs con GPU Nvidia integradas, todo con miras a liderar los mercados emergentes de inteligencia artificial.

Nvidia invertirá USD 5.000 millones para adquirir acciones de Intel, fortaleciendo una relación simbiótica más que una simple cooperación. Intel fabricará CPUs x86 personalizados y sistemas en chip (SoC) que combinarán su arquitectura con GPU RTX de Nvidia. Además, se usará la tecnología NVLink para conectar ambas plataformas en futuras soluciones de cómputo acelerado.
Para el segmento de centros de datos, esto significa optimización, mayor eficiencia energética y posiblemente menor latencia y mayor rendimiento. Para los PCs y dispositivos de consumo, los SoC resultantes podrían cambiar lo que se espera de desempeño gráfico, AI local, y tareas mixtas CPU-GPU.
Intel logra apalancarse en el liderazgo de Nvidia en IA acelerada para cerrar brechas de innovación, fabricación y confiabilidad en ingeniería avanzada. Nvidia amplía su penetración en el ecosistema x86, uno de los más usados a nivel global. Ambos se benefician de economías de escala, integración vertical, y posibilidad de nuevas líneas de productos.
Cuando dos gigantes rivales deciden colaborar en lugar de enfrentarse, hay razones para prestar atención. No solo puede acelerar el desarrollo de IA, sino que podría redefinir qué empresas tienen voz en las próximas décadas. El éxito dependerá de la claridad legal, de patentes, de cómo integren hardware y software, y de que esta alianza no termine siendo una promesa incumplida, como tantas en la historia tecnológica.