Ciudad Juárez, 11 de agosto de 2025
El costo de la canasta alimentaria en México, que cubre las necesidades alimentarias mínimas, continuó al alza en julio, superando los 2,450 pesos mensuales en el ámbito urbano, según el primer informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) tras asumir la medición de las líneas de pobreza.

Hace un año, una persona en el país necesitaba 2,349 pesos para adquirir su canasta alimentaria en una zona urbana, pero en julio de 2025, el costo subió a 2,435 pesos. Este incremento anual del 4.3% en el ámbito urbano superó a la inflación general del mes (3.5%), mientras que en el ámbito rural el aumento fue del 2.9%, ubicándose por debajo de la inflación.
Al considerar los gastos en bienes y servicios no alimentarios, la Línea de Pobreza por Ingresos (LPI) se situó en 4,718 pesos en zonas urbanas y 3,396 en rurales. El Inegi destacó que el encarecimiento de la canasta alimentaria fue el principal factor que impulsó estas variaciones, con una mayor incidencia en áreas urbanas. En la canasta alimentaria urbana, los alimentos y bebidas fuera del hogar (+7.8%), el bistec de res (+18%) y la leche pasteurizada (+8.3%) fueron los productos que más impulsaron los aumentos.
Por otro lado, el Inegi señaló que la gasolina magna registró una disminución anual del 1.2% en julio, manteniendo una tendencia de más de tres años de bajas. El aumento en el costo de la canasta alimentaria, especialmente en zonas urbanas, pone de manifiesto la presión económica sobre los hogares mexicanos, ya que el gasto en alimentos ha subido a un ritmo mayor que la inflación general.