ESTADOS UNIDOS, 01 DE JULIO DEL 2025.
El presidente Donald Trump ha encendido una nueva polémica al insinuar que podría considerar la deportación de Elon Musk. Todo ocurrió durante un encuentro con periodistas, donde, al ser cuestionado al respecto, respondió con un críptico “lo miraré” y una risa incómoda, seguido por una frase aún más provocadora: “Quizá tengamos que poner a DOGE sobre Elon”.

Ataques desde Truth Social
Horas antes, en su red social, Trump arremetió contra las subvenciones recibidas por las compañías de Musk. “Sin subsidios, Elon tendría que cerrar y regresar a Sudáfrica”, publicó. También propuso una revisión de contratos gubernamentales relacionados con SpaceX y Tesla.
Fiel a su personalidad directa, Musk escribió en X: “Estoy literalmente diciendo que se corte TODO. Ahora”. Más tarde, reconoció que estaba tentado a escalar el conflicto, pero optaría por contenerse por el momento.
Una disputa que expone los límites del poder
Aunque no existe base legal para una deportación, la amenaza se interpreta como una jugada política que va más allá de la retórica. Este enfrentamiento evidencia cómo, en tiempos de tensión, las antiguas alianzas entre política y tecnología pueden romperse con declaraciones impulsivas.