MÉXICO, 19 DE MAYO DEL 2025.
El 16 y 17 de Mayo el Autódromo Hermanos Rodríguez se convirtió en el epicentro de una fiesta musical que congregó a 44 mil personas en el Tecate Emblema 2025. Desde las 14:00 horas, el festival abrió sus puertas y dio inicio a un viaje lleno de música, brillo y emociones. La encargada de inaugurar el escenario principal fue Sophie, con una propuesta íntima que preparó el terreno para una jornada inolvidable.

Pop, reguetón y lágrimas compartidas
Uno de los momentos más emotivos del día fue protagonizado por Morat, quienes encendieron los corazones con su característico pop romántico. A la par, Mau y Ricky hacían lo propio con su energía latina. La atmósfera ya era una fiesta, y aún faltaba lo mejor.
El dúo neoyorquino Sofi Tukker llevó al público a una selva musical de house tropical, mientras David Guetta ofreció un set cargado de hits que convirtió la noche en un rave multicolor. Titanium y Play Hard fueron coreados con euforia bajo una lluvia de luces y fuegos artificiales.
El factor sorpresa: Will Smith en el escenario
El momento más inesperado llegó con Will Smith. El actor y cantante apareció de forma sorpresiva e interpretó temas como Gettin’ Jiggy Wit It y Men in Black, provocando una explosión de nostalgia.
María José se encargó de conectar generaciones al invitar a escena a Kalimba, Matisse, Motel y Lucía Méndez. Esta última emocionó al público al entonar un fragmento de Corazón de piedra. Otro momento significativo fue el regreso de CD9, quienes debutaron en festivales y arrancaron gritos entre su fiel base de seguidores.
Una experiencia que va más allá de la música
Las activaciones, el maquillaje con glitter, los food trucks temáticos y zonas de descanso hicieron del Tecate Emblema una experiencia inmersiva. Purple Disco Machine, Patrick Miller y otras propuestas dieron espacio al baile y la nostalgia.
Tecate Emblema 2025 no solo ofreció un cartel potente, sino que reafirmó su lugar como un festival que conecta generaciones a través de emociones y música, logrando que el pasado y el presente se abracen al ritmo de un mismo beat.