ESTADOS UNIDOS, 19 DE FEBRERO DEL 2025
El rapero estadounidense A$AP Rocky, cuyo nombre real es Rakim Mayers, fue absuelto este martes de los cargos de agresión con arma de fuego por un jurado compuesto por siete mujeres y cinco hombres en Los Ángeles. El caso giraba en torno a un incidente ocurrido en 2021 en Hollywood, donde Mayers fue acusado de disparar un arma semiautomática contra Terrell Ephron, conocido como A$AP Relli.
El juicio atrajo la atención mediática no solo por la notoriedad del acusado, sino también por las inconsistencias en las pruebas presentadas. La fiscalía argumentó que Mayers había disparado durante una confrontación con Ephron, lo que marcó el fin de su amistad y colaboración musical. Sin embargo, la defensa sostuvo que el arma en cuestión era una «arma de utilería» y que la acusación estaba motivada por conflictos personales y financieros entre ambos.
Uno de los aspectos más controvertidos fue la ausencia del arma, lo que debilitó la acusación. Si bien Ephron testificó que un disparo le había rozado la mano, no se presentó evidencia física concluyente en las grabaciones de seguridad mostradas durante el juicio.
El rechazo a un acuerdo y la decisión del jurado
Antes del juicio, la fiscalía ofreció a Mayers un acuerdo de culpabilidad que incluía una sentencia de 180 días de cárcel, pero el rapero lo rechazó. Su abogado defensor, Joe Tacopina, argumentó que Mayers confiaba en su inocencia y en que el jurado llegaría a la misma conclusión. Tras un día de deliberaciones, el jurado dictaminó su no culpabilidad, poniendo fin a un proceso que podría haberle costado hasta 24 años de prisión.
El veredicto no solo significa la libertad de Mayers, sino que también tiene implicaciones en su carrera y en su círculo cercano. Su pareja, la cantante Rihanna, no hizo declaraciones públicas sobre el caso, pero su relación ha sido objeto de especulaciones mediáticas. Además, el juicio puso de manifiesto las tensiones dentro de A$AP Mob, el colectivo de hip-hop del que tanto Mayers como Ephron formaban parte.
Ahora que el proceso judicial ha concluido, A$AP Rocky puede enfocarse en su carrera musical y sus proyectos en la industria de la moda y el entretenimiento. Sin embargo, el caso deja en evidencia cómo las disputas personales pueden escalar hasta los tribunales y afectar la vida profesional de los artistas. La absolución le permite seguir adelante, pero el juicio ha dejado huellas en su trayectoria y su entorno.
En definitiva, este caso no solo fue un reflejo del sistema judicial estadounidense, sino también de las complejas relaciones dentro de la industria del hip-hop, donde las amistades pueden convertirse en batallas legales con consecuencias impredecibles.